Bohemian Rhapsody
- Callejón creativo
- 15 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Autor: Héctor Emmanuel Téllez García
El pasado miércoles 14 se cumplió la tercera semana que Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, lleva en cines. Y desde que se estrenó, ha sido una explosión en redes sociales, pues es el primer largometraje de esa escala que se hace sobre este tópico.

Y lo primero a señalar, es que, a pesar del nombre de la cinta, la película no está centrada únicamente en el vocalista de la celebre banda británica. Sino en la totalidad de Queen, su historia, sus antecedentes y su impacto en la cultura mundial.
La película fue dirigida por Bryan Singer, quien también tuvo a su cargo The Usual Suspects (1995) y Superman Returns (2006). Esto no dio certeza a los fans, pues bien podría ser una gran película o un desastre, como en el caso del tristemente celebre reinicio de la saga de Superman.
La respuesta de parte de los que la vieron, no se hizo esperar. E interesantemente, las criticas eran mixtas, tanto en fanáticos como en críticos. Había quienes la señalaban como un digno tributo a la agrupación, y había quienes señalaban una narrativa sosa e innecesariamente llamativa.
La verdad podría encontrarse en un punto medio entre los dos. Bohemian Rhapsody es una película que la mayoría de los fans de Queen van a disfrutar, pues su retrato del cuarteto integrado por Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon, fue universalmente alabado actoralmente hablando.
El egipcio ganador de Emmy, Rami Malek, mostró una buena representación del extravagante cantante. Y la composición musical y visual compensó de manera muy apropiada la narrativa, que en momentos podía llegar a parecer bastante fantástica y ligeramente inverosímil.
En conclusión, podría decirse que Bohemian Rhapsody está hecha con muchas notas altas, pero cuando se analiza con cuidado. Más que ser un tributo absoluto de los más grandes éxitos, resulta ser más un popurrí de los 20 años de trayectoria de la banda, sumamente agradable gracias a buenas actuaciones y un toque de nostalgia musical que no podría faltar con Queen.

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